Aunque no es necesario incluirlos dentro del currículo, se debe tener clara la respuesta que se va a dar al entrevistador cuando pregunten sobre la salida de tal o cual empresa y por los periodos “muertos”.

Un despido siempre es un tema sensible. No sólo en el momento mismo de la desvinculación, si no que en la hoja de vida del profesional. Es por esto que muchas personas prefieren omitir esta información dentro de su currículo. Pero, ¿es necesario incluirlas?

Aunque no es necesario incluirlos dentro del currículo, se debe tener clara la respuesta que se va a dar al entrevistador cuando pregunten sobre la salida de tal o cual empresa y por los periodos “muertos”. Esto, porque e reclutador siempre preguntará sobre la motivación dela salida de cada uno de los trabajos que se mencionan en la hoja de vida.

La recomendación en estos casos es ser transparente y tener un relato consistente. Katherina de la Rosa, directora de DNA Outplacement, aconseja: “Jamás se debe mentir, ya que la mayoría de los nuevos empleadores llamarán a los antiguos para tener referencias del trabajador. Los despidos se deben asumir como parte de la historia laboral, un aprendizaje”.

Otro consejo es que durante las entrevistas el postulante tenga un rol protagonista y se haga cargo de su situación. En el caso de que el despido se haya producido por una reestructuración dentro de la empresa, es importante entender que no es un tema personal, sino que es por requerimientos de la compañía y no por una carencia del profesional.

“Se debe evitar caer en la personalización del problema o hablar mal de la empresa o del jefe anterior”, dice De la Rosa.

Según la directora de DNA Outplacement, es común que las personas omitan los despidos dentro del currículo y acorten los periodos que han pasado desempleados. Sin embargo, esta práctica es poco recomendable.

“Es importante comunicar la historia de forma verídica y consistente. Muchas personas caen en el error de caer en la victimización y en hablar mal de su antiguo empleador. La clave está en asumir la propia historia y plantearla sin reparos, en especial si fue una salida compleja, mostrar el aprendizaje obtenido de dicha situación. En vez de ocultarla, es mejor plantearlo desde el punto de vista del crecimiento y aprendizaje del profesional”, concluye.

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